Zusammenfassung
Die Überlebenskurven bei Infarktpatienten, denen eine Rehabilitationsbehandlung zuteil
wurde, verliefen günstiger als bei entsprechenden Vergleichsgruppen aus Kliniken und
Krankenhäusern. Diese Unterschiede sind jedoch im wesentlichen auf eine höhere Sterblichkeit
im ersten Jahr nach dem Infarkteintritt infolge fehlender Auslese bei dem klinischen
Krankengut zurückzuführen. Rehabilitationsbehandlungen nach Herzinfarkt unter Einschluß
erhöhter körperlicher Aktivität scheinen somit weder eine Zunahme noch eine Abnahme
der „durchschnittlichen” Sterblichkeit nach um ein Jahr überstandenem Herzinfarkt
zu verursachen. Die Rückführung in das Erwerbsleben gelang bei 73% der überlebenden
Infarktkranken (in 1/3 der Fälle unter erleichterten Arbeitsbedingungen) bis zum Zeitpunkt der Erhebung
und hatte keine Verschlechterung der Prognose zur Folge. Von den Patienten der Landesversicherungsanstalten
erlitten Fach- und Spezialarbeiter doppelt so häufig einen Herzinfarkt wie einfache
Arbeiter. Aus der Überprüfung der vorgenommenen Behandlungsmaßnahmen wird ein systematischer
Plan zur Rehabilitationsbehandlung entwickelt.
Summary
Survival rates for patients who had received rehabilitation treatment after myocardial
infarction were more favourable than those for a control group of patients with infarcts
from various hospitals. The differences are in the main due to an increased death
rate in the first year after infarction, because of the factor of selection of patients
for rehabilitation. Rehabilitation after myocardial infarction, including increased
physical activity, thus had no effect on the average death rate after the first year.
73% of insured patients with infarction returned to work without this fact influencing
ultimate prognosis. Skilled and specialist workers suffered myocardial infarction
twice as frequently as unskilled workers. A plan for rehabilitation is described.
Resumen
Estudios relativos a la rehabilitación de trabajadores con infarto cardíaco
Las curvas de supervivencia de enfermos de infarto, que fueron sometidos a un tratamiento
de rehabilitación, transcurrieron de un modo más favorable que en los correspondientes
grupos comparativos procedentes de clínicas y hospitales. Pero estas diferencias deben
atribuirse en lo esencial a una mayor mortalidad en el primer año después de la aparición
del infarto a consecuencia de la falta de selección en el material de enfermos clínico.
Parece por lo tanto que tratamientos de rehabilitación después de un infarto cardíaco
con inclusión de una actividad corporal aumentada no causan ni un aumento ni una disminución
del “promedio” de la mortalidad después de un infarto cardíaco sobrellevado durante
un año. La reincorporación a la vida laboral se logró en casi 73% de los enfermos
de infarto supervivientes (en 1/3 de los casos bajo condiciones de trabajo aligeradas) hasta el momento del vecobramiento
y no tuvo por consecuencia un empeoramiento del pronóstico. De los enfermos de los
establecimientos territoriales del seguro sufrieron los trabajadores especiales un
infarto cardíaco con doble frecuencia que trabajadores sencillos. A base de la revisión
de las medidas de tratamiento practicadas se desarrollo un plan sistemático para el
tratamiento de rehabilitación.