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DOI: 10.1055/s-0028-1112879
Erhebungen zur Frage der Häufigkeit des Medikamentenmißbrauchs
On the incidence of drug abusePublication History
Publication Date:
17 April 2009 (online)
Zusammenfassung
Während eines halben Jahres wurde bei allen stationären und poliklinischen Aufnahmen der Universitäts-Nervenklinik Köln systematisch auf den Verbrauch von Schlaf- und Beruhigungsmitteln sowie von Analgetika gefahndet. Angesichts der diagnostischen Schwierigkeiten versprachen die Untersuchungsmöglichkeiten der Nervenklinik ein weitgehend zuverlässiges Bild. Gemessen an solchen Vorteilen fallen die Bedenken gegen die Zusammensetzung des Krankengutes nicht ins Gewicht. — Unter 3442 Fällen fanden sich 1006 mit einem „reichlichen” Verbrauch derartiger Präparate und weitere 344—dies entspricht 10% des Gesamtmaterials—, bei denen zweifellos ein Medikamentenmißbrauch vorlag. Nur bei 0.3% handelte es sich um eine Sucht mit Opiaten und verwandten Mitteln. — Unter den Probanden, die begutachtet wurden, war der Mißbrauch mit 15% besonders häufig vertreten. Hierdurch können sich erhebliche differentialdiagnostische Schwierigkeiten ergeben, zumal wenn die Folgen eines vorausgegangenen Schädeltraumas beurteilt werden sollen. Die Symptome einer chronischen Intoxikation können nämlich posttraumatische Zustandsbilder täuschend nachahmen. — Auch unter den Fällen mit den Beschwerden einer vegetativen Labilität spielt der Medikamentenmißbrauch offensichtlich eine beachtliche Rolle. Dieses Ergebnis ist deshalb besonders wichtig, weil derartige Störungen im allgemeinen vom praktischen Arzt, oft auch vom Spezialisten außerhalb der Nervenheilkunde, behandelt werden. Leider werden bei derartigen vegetativen Symptomen im Gefolge der chronischen Intoxikation recht oft die gleichen Mittel verordnet, die für die Störungen verantwortlich sind. — Schließlich beschäftigte uns im Rahmen der systematischen Untersuchungen auch die Frage, welche Zeichen vor allem auf den chronischen Mittelmißbrauch hinwiesen. Bei nahezu der Hälfte der Fälle führte die sorgfältig erhobene Anamnese zum Ziel. Niemals sollte unterlassen werden, ausdrücklich nach dem Medikamentenverbrauch zu fragen. Mitunter streiten die Kranken zunächst jede Einnähme von Arzneimitteln ab. Dann liefert häufig die psychiatrisch-neurologische Untersuchung zuverlässige Grundlagen für die Diagnose. Sie gab bei einem Drittel der Fälle den ersten zuverlässigen Anhalt für den Medikamentenmißbrauch. Wichtige Hinweise kann auch gelegentlich die Verlaufsbeobachtung, das Elektrenzephalogramm und die Bestimmung des Serumbarbituratspiegels bringen.
Summary
Between 15 January and 15 July 1959, all in- and out-patients seen at the University Department for Nervous Diseases, Cologne, were carefully questioned and investigated for their consumption of soporifics and sedatives. Of a total of 3442 patients, 1006 took up to three tablets daily, while an additional 344 took an excess of such drugs. Opiates and related drugs were taken by less than 0.3%. It is pointed out that problems of differential diagnosis are common, especially where there, had been a history of preceding head trauma. Excess intake of these drugs was particularly common among patients with a labile autonomic nervous system. Chronic excess consumption of the drugs was generally ascertainable by careful questioning (half of the cases). Even where the patient denied excessive use of soporifics and sedatives, a psychiatric and neurological examination often led to the correct diagnosis. Follow-up observation, the E.E.G., and determination of the serum barbiturate level in some cases gave valuable diagnostic information.
Resumen
Indagaciones sobre la cuestión de la frecuencia del abuso de medicamentos
Con motivo de todos los ingresos estacionarios y policlínicos en la Clínica Neurológica de la Universidad de Colonia se indagó sistemáticamente, durante medio año, acerca del consumo de medicamentos hipnóticos y tranquilizadores así como de analgésicos. En vista de la dificultades diagnósticas, las posibilidades de exploración de la clínica neurológica prometían un cuadro ampliamente auténtico. Tomando por medida tales ventajas, las objeciones contra la composición del material de enfermos carecen de importancia. — Entre 3442 casos se hallaron 1006 con un consumo “abundante” de tales preparados y otros 344 —correspondiendo a un 10% de todos los casos— en los cuales existía, indudablemente, un abuso de medicamentos. Sólo en 0.3% se trataba de manía de opiados y de substancias afines. — Entre los probandos dictaminados tenía el abuso una representación especialmente frecuente (15%). De aquí pueden surgir dificultades considerables en cuanto al diagnóstico diferencial, sobre todo cuando han de enjuiciarse las consecuencias de un traumatismo craneal, ya que los síntomas de una intoxicación crónica pueden imitar de un modo engañador cuadros de estados posttraumáticos. — También entre los casos con molestias de labilidad vegetativa desempeña el abuso de medicamentos evidentemente un papel considerable. Este resultado tiene una importancia especial, porque tales trastornos son tratados generalmente por el médico de práctica general, a menudo también por especialistas, fuera de la neurología. Desgraciadamente se recetan muy a menudo para tales síntomas vegetativos, a consecuencia de la intoxicación crónica, los mismos medicamentos que son responsables de los trastornos. — Finalmente nos ocupaba también, dentro de las indagaciones sistemáticas, la cuestión de cuáles eran los síntomas que señalaban ante todo el abuso crónico de medicamentos. La anamnesis cuidadosa nos conducía a la meta en casi la mitad de los casos. Nunca se debería omitir el preguntar expresamente por el consumo de medicamentos. Los enfermos niegan a veces primero tomar cualquier clase de medicamentos. La exploración psiquiátrica y neurológica suministra entonces, con frecuencia, fundamentos fidedignos para el diagnóstico. En una tercera parte de los casos facilitó el primer apoyo fidedigno para el abuso de medicamentos. Indicios importantes pueden resultar también en ciertas ocasiones de la observación del transcurso, del electroencefalograma y de la determinación del nivel de substancias barbitúricas en el suero.