CC BY-NC-ND 4.0 · Revista Urología Colombiana / Colombian Urology Journal 2022; 31(01): e1-e2
DOI: 10.1055/s-0042-1745725
Editorial

Medicina personalizada en urología: Perspectiva desde un sistema de salud con escasez

Personalized Medicine in Urology: Perspective from a Sparse Health System
1   Uróloga, Colegio Mayor Universidad del Rosario, Candidata a Magíster Bioética Katholieke Universiteit Leuven, Leuven, Bélgica
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La medicina personalizada (MP) trae la promesa del cuidado individual a través de la identificación de variaciones genéticas que permitan determinar la predisposición ante una enfermedad, ofreciendo una prevención oportuna y específica, o adaptando las estrategias terapéuticas de manera particular.[1] [2] Su esencia es la integración de la investigación biomédica y la información clínica,[3] [4] con la esperanza de reducir el gasto en salud y la garantía de acceso equitativo a los ciudadanos.[4]

La rapidez y bajo costo en la secuenciación del genoma ha permitido su implementación en la práctica clínica.[1] En urología estos avances han facilitado una mejor comprensión de los subtipos histológicos de las neoplasias del tracto genitourinario, facilitando el uso de tratamientos específicos y un seguimiento más oportuno.[2] [5] [6] Sin embargo, su aplicación en la identificación de biomarcadores no ha sido completamente determinada.[7]

A pesar de los avances en la investigación, no existe suficiente evidencia para la aplicación de la MP a gran escala. Por otra parte, su ejecución generaría importantes dilemas éticos si tenemos en cuenta las implicaciones para los individuos, los sistemas de salud y estados, ya que se requerirá una reformulación de políticas públicas y de la relación de los médicos con los proveedores de estos servicios, así como con los pacientes. Sin embargo, estas disyuntivas deben ser analizadas con celeridad, ya que lo contrario generaría retrasos en el avance de la comprensión y manejo de las enfermedades. Es importante tener en cuenta que el uso indiscriminado de la MP llevaría a un aumento de los costos de atención, lo que conduciría a una disrupción en la promesa de una mejor costo-efectividad[2]

Esta costo-efectividad de la MP se encuentra directamente relacionada con el concepto de escasez. Con el paso de los años los estados han venido destinando mayores proporciones de su producto interno bruto al gasto en salud; sin embargo estos recursos no son suficientes para cubrir la demanda existente, por los altos costos inherentes a la sofisticación de los sistemas de salud modernos.[8] Por consiguiente, es necesario elegir adecuadamente cómo usar y asignar bienes y servicios escasos, entendiendo que la escasez es una condición natural, y por lo tanto no es posible satisfacer necesidades y deseos ilimitados.[8] Se requiere asignar óptimamente estos recursos combinando eficiencia, eficacia y equidad. En caso de no hacerlo correctamente, existe el riesgo de aumentar las brechas ya existentes.[2] [8]

Todos los sistemas de salud enfrentan estos retos, sin embargo, en Latinoamérica y el Caribe la aplicación de la MP se suma a los desafíos ya existentes, y que incluyen entre otros: limitación en el acceso a los servicios, inequidad, segmentación de la atención, escasez de personal especializado y de infraestructura, barreras geográficas y culturales.[9] Además, desconocemos las implicaciones que representan, para la prevención y el tratamiento, la gran variabilidad genética que existe en una población tan diversa.[9] A pesar de estas limitaciones, el mercado de la medicina de precisión en América Latina y el Caribe tuvo un valor de $5.66 mil millones de dólares en el año 2021 years se prevé que alcance $10.11 mil millones para el 2026.[9]

Future Proofing Healthcare, creada y financiada por Roche, es una de las iniciativas que buscan implementar la MP a nivel global de manera sostenible.[10] Una de sus tareas es analizar varios indicadores que permitan definir el grado de preparación de los países para el uso de la MP. En Latinoamérica, Colombia ocupa el quinto lugar por detrás de Uruguay, México, Brasil y Costa Rica. Según esta evaluación, nuestro país se encuentra en el proceso de construcción de la infraestructura e implementación de planes para permitir una atención médica personalizada, a través de varios elementos como alta cobertura en salud, implementación de telesalud y sistemas de soporte destinados al uso de inteligencia artificial, entre otros. Sin embargo el gran reto es la falta de políticas para promover la movilidad social y la equidad.[11]

Por otra parte, para facilitar el uso de la MP se requiere de ciudadanos y personal de salud informados, empoderados, comprometidos y responsables, que manejen sus datos de salud de manera óptima, a través de sistemas de fácil acceso. La disponibilidad de estos recursos y tecnologías debe ser equitativa, coherente con los valores sociales, y con un balance razonable entre la inversión y los beneficios económicos que permitan modelos sostenibles.[4]

La implementación de la MP en urología genera expectativas sobre la aplicación de avances en genómica de forma individualizada en el manejo de nuestros pacientes. Sin embargo también nos demanda familiarizarnos con los retos que conlleva su implementación, propendiendo por la costo-efectividad y equidad en el uso de estas tecnologías, debido a la escasez de recursos; además de requerir nuestra formación y participación en un nuevo modelo de atención.



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Article published online:
31 March 2022

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