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DOI: 10.1055/s-0038-1676311
Tomografía computada y resonancia magnética de variantes normales/congénitas de apariencia quística y presentación frecuente en el encéfalo
CT and MRI of Normal/Congenital Variables with Cystic Appearance and Frequent Presence in the BrainAddress for correspondence
Publication History
17 April 2018
22 October 2018
Publication Date:
10 December 2018 (online)
Resumen
La presentación de una imagen de apariencia quística durante el estudio del encéfalo constituye un hallazgo incidental cada vez más frecuente, pudiendo encontrarse en el espacio extra o intraaxial. Las mismas pueden ser de naturaleza congénita o adquirida, benigna o maligna, ocupantes de espacio con desplazamiento de la línea media o simplemente presentarse sin efecto compresivo alguno. De localización supra o infratentorial, esas imágenes constituyen un desafío diagnóstico, siendo imprescindible su reconocimiento para no solicitar estudios o tratamientos innecesarios. Valoraremos las imágenes de apariencia quística más frecuentes empleando tomografía computada o imágenes de resonancia magnética.
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Abstract
Presence of a cystic formation in brain examination is frequently an incidental finding. They can be intra or extra-axial in location, congenital or acquired, benign or malignant with or without mass effect. Intracranial cysts can be a diagnostic challenge and we should know them to avoid unnecessary exams or treatment. We will analyze the most common cystic formations seen in computed tomography and magnetic resonance.
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Introducción
Una imagen quística puede definirse como una estructura redondeada rellena de líquido o de contenido semisólido fluido, revestida por un epitelio.[1] [2] El contenido puede ser homogéneo o heterogéneo, derivados endo, ecto o mesodérmicos. La localización puede ser intracerebral (o intraaxial) o extraaxial (dentro del cráneo, pero fuera del encéfalo). De presentación congénita o adquirida, pueden subclasificarse en benignos o malignos según su naturaleza.[1] [2] Su forma de presentación varía siendo sintomáticos por efecto de masa, comprimiendo estructuras vecinas pudiendo ocasionar déficits neurológicos focales o hipertensión endocraneana, o asintomáticos, reportándose como un hallazgo.[3] Podemos clasificar a los quistes según su etiología ([Tabla 1]).[4] [5] [6]
Los quistes simples se presentan en los métodos por imágenes siguiendo la densidad por tomografía computada (TC), o señal por resonancia magnética (RM) del líquido cefalorraquídeo (LCR), sin realzar con el contraste endovenoso (yodo/gadolinio) ni restringir en la secuencia difusión (RM) ([Tabla 2]). La TC valora mejor la presencia de calcio en el quiste mientras que la RM posee una mayor resolución tisular en relación al contenido del quiste, así como de los tejidos que lo rodean. Se describirán las características más relevantes de las imágenes quísticas más frecuentes.
Método Imagenológico |
Característica |
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TC |
Hipodenso |
T1 (RM) |
Hipointenso |
T2 (RM) |
Hiperintenso |
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I) Variantes normales
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Cavum septum pellucidum (CSP), cavum vergae (CV) y cavum del velo interpósito (CVI)
Constituyen variantes anatómicas que se presentan en la línea media derivando de alteraciones del desarrollo del septum pellucidum (SP).[7] En TC y RM se los aprecia con densidad o señal similar al LCR ([Figs. 1] [2] [3]).[7]
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Quiste neuroglial
También denominados quistes glioependimales, son uniloculares con cierta dominancia frontolobar ([Fig. 4]).[4] [8] Se originan de componentes embriológicos del tubo neural que quedan secuestrados durante el desarrollo de la sustancia blanca.[4] En imágenes presentan las características de un quiste simple.[4] El diagnóstico diferencial debe realizarse[4] [8] con:
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Dilatación de espacios perivasculares de Virchow-Robin
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Quistes: aracnoideos/porencefálicos/infecciosos
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Quiste pineales
Generalmente uniloculares, pueden sangrar o calcificar ([Fig. 5]).[8] [9] Se producen por un remanente diverticular pineal o derivados de lesiones necro-hemorrágicas en la etapa embrionaria.[9] En TC son hipodensos; en RM el 60% son iso o relativamente hiperintensos en ponderación T1 e hiperintensos en ponderación T2.[4] [8] El 60% realza en forma nodular o anular en forma irregular con gadolinio ([Fig. 5]).[8] El diagnóstico diferencial debe realizarse con:[4] [8]
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Tumores pineales
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Quistes aracnoideos/epidermoides
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Dilatación de espacios perivasculares (también denominados de Virchow-Robin)
Son cavidades normales rellenas de LCR que rodean a los vasos desde el espacio subaracnoideo hasta que penetran en el cerebro ([Fig. 6A]).[4] [8] [10] Cuando se dilatan tienen aspecto multiquístico, midiendo menos de 5 mm y presentándose en cualquier región del cerebro con predominancia en los ganglios basales.[4] [10] Si son muy pronunciados pueden confluir presentando aspecto cribiforme (état criblé) ([Fig. 6B]).[3] [4] En imágenes presentan las características de un quiste simple.[8] [10] Los diagnósticos diferenciales son:[10]
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Infartos lacunares
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Cisticercosis
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Esclerosis Múltiple
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Neoplasias quísticas
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Quiste de plexos coroideos (xantogranulomas) o quistes neuroepiteliales de los plexos coroideos
Son quistes epiteliales originados en los plexos coroideos, generalmente bilaterales y localizados en el atrio de los ventrículos laterales.[4] En TC son isodensos, suelen no realzar con el contraste yodado endovenoso y pueden presentar calcificaciones.[4] En RM son iso-hiperintensos en ponderación T1, realzando anularmente con gadolinio; en ponderación T2 son hiperintensos y no suprimen completamente en las secuencias FLAIR, ya que presentan restricción en la difusión ([Fig. 7]).[4] El diagnóstico diferencial debe realizarse con:[3] [4]
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Quistes ependimarios
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Hiperplasia vellosa
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Megacisterna Magna
Es la dilatación marcada de la cisterna magna generando ensanchamiento de la fosa posterior, no acompañada de alteraciones cerebelosas ([Fig. 8]).[11] La megacisterna puede presentar expansión posterior, inferior o lateral y es atravesada por vasos venosos innominados, tributarios del seno longitudinal inferior.[11] El diagnóstico diferencial debe realizarse con:[11]
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Malformación de Dandy-Walker
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Hipoplasia aislada del vermis cerebeloso
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Quistes aracnoideos
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Remanentes del surco hipocampal
Se forman por defectos de fusión del asta de Amón con la circunvolución dentada durante la vida embrionaria.[12] [13] Se visualizan como una sucesión de imágenes quísticas en la circunvolución del hipocampo adoptando una configuración en “collar de perlas” ([Fig. 9]).[13] En imágenes presentan las características habituales de un quiste simple.[12] [13] Los diagnósticos diferenciales son[12] [13]:
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Quistes de la fisura hipocampal
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Quistes aracnoideos
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Espacios perivasculares de Virchow Robin dilatados
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Infartos lacunares
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Tumor neuroepitelial disembrioplásico (DNET).
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Quiste ependimario o subependimario
De presentación infrecuente, localizados generalmente en el interior o al lado de los ventrículos laterales.[3] Poseen origen neuroectodérmico, formándose por una evaginación del piso del tubo neural.[3] En imágenes presentan las características habituales de un quiste simple ([Fig. 10]).[3] Los diagnósticos diferenciales son[3]:
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Quistes de los plexos coroideos
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Quistes aracnoideos
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Granulaciones aracnoideas (también denominadas corpúsculos de Pacchioni)
Son protrusiones de la membrana aracnoidea hacia los senos durales a través de orificios de la duramadre.[14] Se objetivan como impresiones sobre la tabla interna de la calota.[14] En los distintos métodos por imágenes presentan similares características al LCR ([Fig. 11]). No deben confundirse con metástasis óseas ni con un trombo intrasinusal, ya que pueden tener apariencia lítica en TC o aparecer como un defecto de señal en un seno venoso en RM.[14]
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II) Congénitos
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Quiste aracnoideo
Son cavidades extra-axiales que contienen LCR y no comunican con el sistema ventricular.[3] [4] [5] [8] [15] En los neonatos se los puede diagnosticar mediante ecografía transfontanelar.[15] En imágenes presentan las características habituales de un quiste simple ([Fig. 12]).[3] [5] [15] El diagnóstico diferencial debe realizarse con:[3] [4] [5] [15]
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Quistes epidermoides/ porencefálicos
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Megacisterna magna
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Hematoma subdural crónico
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Quiste coloide
De origen endodérmico, generalmente se localizan en el techo del III ventrículo, próximo al agujero de Monro.[3] [5] Contienen: mucina, restos de degradación hemática, células espumosas y cristales de colesterol.[4] En TC se aprecian como masas quísticas bien delimitadas, hiperdensas.[3] [5] En RM la mayoría de los quistes se visualizan hiperintensos en ponderación T1 e iso/hipointensos en ponderación T2, debido a su contenido rico en mucina. ([Fig. 13]).[3] Pueden mostrar realce periférico.[4] [5] Algunos quistes pueden apreciarse hipointensos en ponderación T1 e hiperintensos en ponderación T2, por abundante contenido líquido.[5] No restringen en la DWI y pueden presentar hiperintensidad en la secuencia FLAIR.[3] El diagnóstico diferencial debe realizarse con:[3] [4] [5]
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Artificio de pulsación de LCR
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Quistes: aracnoideo/ependimarios /dermoides/epidermoides
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Neurocisticercosis
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Subependimoma
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Papiloma de plexos coroideos
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Quiste epidermoide
Suelen localizarse (en el 40% de los casos) en el ángulo pontocerebeloso, de ubicación parasagital.[3] [4] [5] [8] Tienen origen ectodérmico presentando aspecto perlado, rellenos de agua, queratina, debris y cristales de colesterol.[3] Infrecuentemente pueden romperse y originar meningitis química.[3] [5] [6] En TC se expresan como lesiones hipodensas que no realzan con contraste. Raramente calcifican (10–20% de los casos) y si se presentan hiperdensos se debe a saponificación, hemorragia o alto contenido proteico.[3] [4] [5] [8] En RM son hipointensos en ponderación T1, hiperintensos en ponderación T2 y pueden presentar sutil realce periférico con gadolinio.[3] [4] [5] [8] Característicamente presentan restricción en la secuencia DWI y en la secuencia FLAIR son ligeramente hiperintensos pudiendo diferenciar el contenido líquido de la lesión del LCR ([Fig. 14]).[3] [4] [8] Ocasionalmente pueden presentarse quistes “epidermoides blancos” con alto contenido de proteínas siendo hiperdensos en TC e hiperintensos en ponderación T1 e hipointensos en ponderación T2 en RM ([Fig. 15]).[5] Los diagnósticos diferenciales son:[3] [4] [8]
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Quistes aracnoideos
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Quistes dermoides
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Neurocisticercosis
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Quiste dermoide
Tienen origen ectodérmico localizándose en la línea media en las cisternas de la fosa posterior.[3] [4] [5] [8] Se visualizan en TC como masas hipoatenuadas bien definidas debido a su contenido graso.[3] En RM se observan hiperintensos en ponderación T1 y FLAIR, heterogéneos en ponderación T2 debido a su contenido rico en: colesterol, queratina, glándulas sebáceas, folículos pilosos, células descamadas, dientes y debris ([Fig. 16]).[3] [4] [5] [8] En secuencias ponderadas con supresión grasa presentan atenuación irregular.[4] [5] [8] En caso de ruptura de quiste, el diagnóstico se realiza observando gotas grasas en las cisternas, espacio subaracnoideo, cavidades ventriculares o surcos.[5] Suelen no realzar y restringen en la secuencia difusión.[16] [17] Entre los diagnósticos diferenciales se mencionan:[3] [4] [8]
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Quistes epidermoides
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Teratomas
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Craneofaringiomas
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Lipomas
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Quiste neuroentérico
También denominado entérico, enterógeno, endodermal, gastroenterógeno, gastrocitoma, intestinoma o arquentérico.[18] De origen endodérmico, se localiza frecuentemente en el borde ventral de la médula espinal; su localización intracraneal no es común, pudiendo presentarse en la línea media de la fosa posterior.[3] [4] [5] [18] Son hipodensos en TC y en RM restringen parcialmente en la DWI, variando su señal en relación al contenido de proteínas (iso/hiperintenso en ponderación T1 y bien hiperintenso en ponderación T2); suelen no realzar con gadolinio.[3] [4] [5] [6] [8] Los diagnósticos diferenciales son[3] [8] [18]:
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Quiste epidermoide/dermoide
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Quiste coloide
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Quiste de la bolsa de Rathke
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Craneofaringiomas
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Quiste de la cisura (fisura) coroidea
La fisura coroidea es una estrecha hendidura de LCR entre el diencéfalo y la fimbria del hipocampo, conteniendo plexos coroideos.[19] [20] [21] En los distintos métodos por imágenes presentan similares características al LCR ([Fig. 17]).[20] [21] Los diagnósticos diferenciales son[19] [20] [21]:
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Quiste aracnoideo/neuroepitelial
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Quiste de la fisura hipocampal
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Quiste de la bolsa de Rathke
Son lesiones quísticas benignas que derivan del remanente de la bolsa de Rathke.[4] [22] Localizados en la línea media entre los lóbulos anterior y posterior de la adenohipófisis. Puede presentar extensión supraselar en el 60% de los casos.[4] [22] En TC se aprecia una lesión intraselar en la pars intermedia o próxima a ella, de apariencia quística (hipodensa) que no realza tras la administración de contraste ni presenta calcificaciones.[23] En RM tienen señal variable (hipo/hiperintensos) en ponderación T1 e hiperintensos en ponderación T2, debido a su alto contenido de proteínas y colesterol ([Fig. 18]).[22] [23] Es característica la presencia de nódulos intraquísticos, hipointensos en todas las secuencias, sin realzar con gadolinio.[4] [23] Los quistes de la bolsa de Rathke suelen no presentar sangrado, por lo que una imagen quística con derivados hemáticos corresponderá a un adenoma hipofisario.[22] Los diagnósticos diferenciales deben realizarse con[4] [23]:
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Craneofaringiomas
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Adenomas quísticos hipofisarios
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Mucoceles
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Malformación de Dandy-Walker (MDW)
Se caracteriza por la dilatación quística de la fosa posterior con comunicación del IV ventrículo, agenesia o hipoplasia del vermis cerebeloso (con rotación cefálica del remanente vermiano) y desplazamiento cefálico del tentorio y senos laterales ([Fig. 19]).[5] [11] [16] El diagnóstico se realiza en forma prenatal mediante ecografía y RM; después del nacimiento se prefiere la RM.[24] Los diagnósticos diferenciales son[11] [16]:
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Megacisterna magna
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Quiste aracnoideo/epidermoide
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Quiste de Blake
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Quiste de Blake (QB)
Es un quiste en la fosa posterior (retro o infracerebeloso) en la línea media, que contacta con el IV ventrículo y genera elevación del tentorio.[6] [16] [24] [25] El diagnóstico debe realizarse cuando existe una cavidad en la fosa posterior en comunicación con el IV ventrículo y el cerebelo no presenta otras alteraciones.[25] Los diagnósticos diferenciales son[25]:
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Megacisterna magna
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Quiste aracnoideo
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Esquisencefalia
Es el defecto congénito en el que se forman hendiduras en la corteza cerebral.[26] [27] [28] Se las divide en labio abierto o cerrado según la proximidad de sus labios separados por LCR[26] ([Fig. 20]). En la sustancia gris de los bordes (labios) de las hendiduras o en su vecindad existen capas de polimicrogiria.[26] [27] [28] Pueden ser uni o bilaterales siendo frecuentemente afectados los lóbulos frontales y parietales.[26] [28] La TC valora las hendiduras lineales de la corteza pero con menor sensibilidad que la RM, siendo éste el método de elección.[26] [28] La ecografía o RM prenatal pueden diagnosticarla precozmente en los casos de esquisencefalia a labio abierto.[26] [27] [28] Los diagnósticos diferenciales son[27] [28]:
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Porencefalia
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Quiste aracnoideo
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Encefalocele
Es un hiperónimo que describe la herniación de tejido endocraneal (encéfalo, cerebelo, plexos coroideos, LCR, meninges), a través de un defecto óseo ([Fig. 21]).[17] [29] En TC se emplea para valorar al defecto óseo, teniendo menor sensibilidad que la RM para estudiar el contenido encefálico.[17] La RM ofrece un excelente contraste de tejidos blandos con la ventaja de poder valorar el tejido cerebral contenido en la encefalocele, así como diagnosticar anomalías asociadas.[17]
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Conflicto de Intereses
Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés, excepto el Dr. Sartori que declara como posible conflicto de interés integrar el capítulo de Neuroradiología de la SAR.
Confidencialidad de los Datos
Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes y que todos los pacientes incluidos en el estudio han recibido información suficiente y han dado su consentimiento informado por escrito.
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