El año 2020 ha tenido un plan diferente para nuestro mundo. Nos ha afectado a todos de diferentes maneras, uniéndonos mientras nos distanciaba físicamente. Ha sido una nueva experiencia, que está continuamente poniendo a prueba la voluntad de las personas, así como su resistencia y adaptabilidad. La humanidad, en un esfuerzo por protegerse de un microorganismo llamado COVID-19, ha renunciado a cosas simples que, en el pasado, se daban por sentadas, como un abrazo o un apretón de manos. Hemos aprendido a apreciar nuestra salud y nuestra familia más que nunca. Las escuelas y muchas empresas han cerrado en el esfuerzo de combatir esta nueva amenaza, sin embargo, la gente se ha adaptado y ha encontrado nuevas formas de avanzar a través de diferentes plataformas en línea. Sólo el tiempo determinará cómo será nuestro mundo una vez que pase esta pandemia.
¿Qué hay de los fisioterapeutas? ¿Cuál es nuestro papel durante esta pandemia? ¿Tenemos uno? ¿Cómo podemos ayudar a nuestros países y a nuestros colegas en el frente? ¿Qué podemos hacer? ¿Somos una parte esencial de la comunidad médica que se enfrenta a este enemigo global? Éstas son sólo algunas de las numerosas preguntas que han surgido. Muchos de nuestros compañeros se han dedicado a cuidar de los pacientes gravemente enfermos de COVID-19, trabajando codo con codo con sus compañeros médicos de la UCI. Nuestros olvidados compañeros están apoyando el sistema de salud y la UCI con sus distintivas habilidades clínicas. Esta dedicación a su trabajo no debe pasar desapercibida.
Muchas sociedades médicas han introducido diversos recursos en línea para seguir capacitando a los profesionales sanitarios en este momento. Por ejemplo, la Sociedad de Medicina de Cuidados Críticos (Society of Critical Care Medicine) tiene un capítulo en línea dirigido a los médicos que no están en la UCI como parte de un plan de respaldo para apoyar al sistema médico ante el colapso. La Asociación Australiana de Fisioterapia, por iniciativa propia, también ha impartido capacitación virtual a sus fisioterapeutas que han tenido experiencia previa en cuidados intensivos a fin de combatir esta creciente crisis sanitaria. Estos son sólo un par de ejemplos de cómo los sistemas de atención de la salud en todo el mundo se han adaptado a la situación actual y de cómo el papel del fisioterapeuta es vital durante la actual crisis sanitaria.
Una vez que el mundo comience a sanar, nos enfrentaremos a una nueva realidad. Las fronteras empezarán a reabrirse, las economías se reiniciarán, la gente podrá salir de sus casas, los niños podrán ir a la escuela, las familias disfrutarán de picnics en el parque... Sin embargo, ¿qué lecciones sacaremos de lo que hemos pasado? Queda mucha incertidumbre, pero una cosa es segura, nuestro mundo no será el mismo que fue en 2019.
Aquí, en la Sociedad Científica de Fisioterapia Invasiva y la Revista de Fisioterapia Invasiva, continuamos nuestra investigación, centrándonos en mejorar la vida de nuestros pacientes con nuevas técnicas para cuando volvamos a nuestras clínicas y hospitales, siempre teniendo en cuenta las precauciones necesarias para proteger tanto a ellos como a nosotros mismos del virus que se ha convertido en parte de nuestra vida diaria, y seguirá siéndolo. Nosotros, al igual que otros profesionales de la salud, tratamos a pacientes que pueden toser o estornudar durante una sesión y producir microgotas respiratorias, por lo que es fundamental protegerse.
La terapia mínimamente invasiva se ha empleado cada vez más en todo el mundo. Se han publicado muchos estudios para apoyar su eficacia. Los pacientes han mejorado utilizando estas técnicas invasivas. Nuestros pacientes necesitan que les devolvamos el movimiento, que les reduzcamos el dolor musculoesquelético para que puedan llevar una vida sin dolor.
Volveremos a trabajar. El mundo no se detendrá … y nosotros tampoco.
