CC BY-NC-ND 4.0 · Revista Iberoamericana de Cirugía de la Mano 2023; 51(02): e120-e123
DOI: 10.1055/s-0043-1776982
Reporte de un caso | Case Report

Infestación por miasis después de cirugía electiva de la mano: Reporte de un caso

Artikel in mehreren Sprachen: español | English
Ricardo Kaempf de Oliveira
1   Hospital Santa Casa de Misericórdia de Porto Alegre, Porto Alegre, RS, Brazil
2   Hospital Mãe de Deus de Porto Alegre, RS, Brazil
,
João Pedro Farina Brunelli
3   Cirurgia da Mão, Hospital Santa Casa de São Paulo, SP, Brazil
,
Márcio Aurelio Aita
4   Faculdade de Medicina do ABC, Santo André, SP, Brazil
,
Pedro J. Delgado
4   Faculdade de Medicina do ABC, Santo André, SP, Brazil
5   Unidade de Cirurgia de Mão, Hospital Universitário Madrid Montepríncipe, Universidade CEU San Pablo, Boadilla del Monte, Madrid, España
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Declaración de financiación Este estudio fue financiado por los autores.
 

Abstracto

Miasis es un término de origen griego (myia = mosca) que describe las infestaciones causadas por gusanos del orden Diptera. Puede presentarse en innumerables formas pero generalmente lo hace en forma cutánea con larvas migratorias que infestan la piel. Tratamos a una paciente de dos años de edad que presentó sindactilia por bandas de constricción congénita (Fig. 1). En el postoperatorio desarrolló un caso atípico de infestación por miasis. La infestación parasitaria por insectos del orden dípteros (miasis) es un acontecimiento aterrador para los pacientes e incluso para el equipo sanitario que los asiste. A pesar de no ser tan frecuentes se debe considerar el potencial de complicaciones como infección bacteriana secundaria y enfermedad invasiva que pueden provocar la muerte de modo que no se pueda minimizar la gravedad de la afección.


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Introducción

Miasis es un término de origen griego (myia = mosca) que describe las infestaciones causadas por gusanos del orden Diptera, a diferencia de otras infestaciones causadas por insectos en general.[1] Esas enfermedades pueden presentarse de varias formas, siendo la más común la forma cutánea.[2] que se subdivide en formas furunculares, migratorias y asociadas a heridas. A pesar de los reconocidos efectos beneficiosos de los gusanos como medio de desbridamiento biológico de heridas, como el popularizado por William Baer durante la Primera Guerra Mundial,[3] junto con el hecho de ayudar a prevenir eventos infecciosos graves y sepsis, no siempre esos agentes se comportan de manera tan inocua. Existen varios reportes de infección bacteriana secundaria, principalmente por Staphylococcus aureus y Streptococcus del grupo B[4] [5], junto con invasión de estructuras nobles y muerte del paciente.[6]

La infestación parasitaria por insectos del orden dípteros (miasis) es un acontecimiento aterrador para los pacientes e incluso para el equipo sanitario que los asiste. Hay varios factores predisponentes, incluidos bajos ingresos, mala higiene, vulnerabilidades físicas o mentales y patología cutánea preexistente.

Describimos el primer caso de un paciente sano sometido a cirugía electiva de la mano que evolucionó a una infestación por miasis postoperatoria temprana.


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Descripción del caso

Tratamos a una paciente de dos años de edad que presentó sindactilia por bandas de constricción congénita ([Fig. 1]).

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Fig. 1 Aspecto clínico de una paciente de dos años de edad con sindactilia por bandas congénitas de constricción (A y B). Radiografía de la mano afectada (C).

El paciente no presentaba ninguna otra enfermedad que predispusiera a inmunodeficiencia y residía en un asentamiento urbano de bajos ingresos. Fue sometida a cirugía de corrección de sindactilia mediante colgajo dorsal para creación de espacio interdigital asociado a injerto de piel autóloga de espesor total de la región inguinal. El procedimiento transcurrió sin incidentes y el paciente fue dado de alta al día siguiente con vendaje protector; se indicó a los padres que mantuvieran seco y limpiaran el sitio quirúrgico ([Fig. 2]).

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Fig. 2 Postoperatorio temprano después del tratamiento de sindactilia por bandas de constricción congénita donde se realizó un colgajo de piel digital dorsal para crear el espacio interdigital empleando un injerto de piel de espesor total procedente de la ingle (A y B).

Aproximadamente diez días después del alta, el paciente regresa para evaluación y cambio de vendaje; en ese momento, se observó una extensa infestación de gusanos migratorios ([Figs. 3A] y 3B).

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Fig. 3 Cambio de apósito después de 10 días de postoperatorio que muestra una extensa infestación de gusanos en la herida operatoria (A y B). El paciente ingresó después de limpieza y desbridamiento y fue tratado con ivermectina y antibióticos.

Tras la limpieza, desbridamiento de los tejidos desvitalizados y desparasitación cuidadosa, se llamó al servicio de infecciones pediátricas y se decidió tratamiento adyuvante con ivermectina oral y cefalosporinas de primera generación debido a la gran extensión de la enfermedad (bajo estrecha vigilancia, ya que la edad grupo no era ideal para el uso del primer agente). El ingreso hospitalario duró aproximadamente 96 horas y el paciente fue dado de alta en buenas condiciones clínicas. Alrededor de 30 días después del alta, la herida se encontraba en un estado de curación avanzado, sin signos de infestación ni de infección bacteriana secundaria ([Fig. 4]).

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Fig. 4 Aspecto clínico del paciente después de la limpieza de la herida y la eliminación de gusanos (A). Cicatrización completa de la herida, sin signos de infección a los 30 días (B).

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Discusión

Las infestaciones de gusanos del orden de insectos Diptera, las llamadas miasis, son eventos relativamente comunes, especialmente en los países tropicales subdesarrollados; provocan un fuerte estigma, ya que la población en general – e incluso los profesionales de la salud – sienten una gran repulsión por la enfermedad. Esos insectos necesitan tejido vivo y cálido para poner huevos y producir gusanos en ciclos de corta duración.

También es un problema asociado a los viajes a zonas endémicas y puede representar, junto con las enfermedades febriles sistémicas y la diarrea aguda, hasta el 12% de las enfermedades asociadas a los viajes.[7] El anfitrión típico es una persona de bajos ingresos o alguien con cualquier tipo de enfermedad. vulnerabilidad (como retraso mental, inmunosupresión o discapacidad visual), que favorece el contacto de la mosca con la zona cruda para depositar los huevos y desarrollar este tipo de enfermedades oportunistas. La mala higiene también está asociada a las miasis.

Hay miles de tipos de insectos que pueden causar miasis, pero muy pocas especies comprenden la mayoría de los casos diagnosticados; La Dermatobia hominis es la causa más común de miasis en las Américas.[8]

La miasis, en su forma cutánea, puede presentarse en tres formas: furuncular; migratorio; y asociado a heridas.[8]

Este caso presenta una herida operatoria infestada de gusanos, ya que se ha reportado que las larvas muestran predilección por tejido hemorrágico, necrótico o con drenaje purulento, además de su preferencia por ambientes alcalinos.[9]

El tratamiento estándar para este tipo de enfermedades consiste en la eliminación completa del agente[10]; Se puede emplear una solución oleosa de éter o cloroformo como agente inmovilizador de parásitos. La aplicación tópica de ivermectina puede asociarse como modalidad alternativa o adyuvante. La ivermectina oral también ha sido descrita y empleada para el tratamiento de nuestro paciente[11].

La identificación correcta del agente no siempre es posible e implica un análisis macro y microscópico cuidadoso y capacitado profesionalmente del gusano. La correcta conservación de las larvas depende de su terminación por inmersión en agua caliente (no hirviendo) y posterior conservación en solución alcohólica12.

Hay informes en la literatura sobre miasis de una herida en la mano, pero este es el primer caso reportado después de una cirugía electiva en un paciente sano.


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Conclusión

Debe haber conciencia sobre la orientación y supervisión de los pacientes, especialmente de aquellos sometidos a tratamiento quirúrgico y en situación de vulnerabilidad social, para evitar tal condición estigmatizante.

Dado el riesgo de posibles complicaciones, como la sobreinfección bacteriana, se debe implementar una terapia antibiótica profiláctica imediata.


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Declaración de Consentimiento Informado

Se obtuvo el consentimiento informado de todos los participantes individuales incluidos en el estudio.


Declaración de derechos humanos y animales

Todos los procedimientos seguidos estuvieron de acuerdo con los estándares éticos del comité responsable de la experimentación humana (institucional y nacional) y con la Declaración de Helsinki de 1975, revisada en 2008 (5). Se obtuvo el consentimiento informado de todos los pacientes para su inclusión en el estudio.


  • References

  • 1 Hope FW. On insects and their larvae occasionally found in the human body. Trans R Entomol Soc Lond 1840; •••: 256-271
  • 2 Diaz JH. Myiasis and tungiasis (chapter 295). In Mandell GL, Bennett JE, Dolin R. (ed), Mandell, Douglas, and Bennett's principles and practice of infectious diseases, vol 2. Churchill, Livingstone, Elsevier, Philadelphia, PA.
  • 3 Baer WS. The treatment of chronic osteomyelitis with the maggot (larva of the blow fly). J Bone Joint Surg 1931; 13: 438-475
  • 4 Gordon PM, Hepburn NC, Williams AE, Bunney MH. Cutaneous myiasis due to Dermatobia hominis: a report of six cases. Br J Dermatol 1995; 132 (05) 811-814
  • 5 Hubler Jr WR, Rudolph AH, Dougherty EF. Dermal myiasis. Arch Dermatol 1974; 110 (01) 109-110
  • 6 Rossi MA, Zucoloto S. Fatal cerebral myiasis caused by the tropical warble fly, Dermatobia hominis. Am J Trop Med Hyg 1973; 22 (02) 267-269
  • 7 Hochedez P, Caumes E. Common skin infections in travelers. J Travel Med 2008; 15 (04) 252-262
  • 8 Francesconi F, Lupi O. Myiasis. Clin Microbiol Rev 2012; 25 (01) 79-105
  • 9 Goddard J. Physician's guide to arthropods of medical importance. 4th ed. Boca Raton, FL:: CRC Press;; 2016: 61-65
  • 10 Sesterhenn AM, Pfützner W, Braulke DM, Wiegand S, Werner JA, Taubert A. Cutaneous manifestation of myiasis in malignant wounds of the head and neck. Eur J Dermatol 2009; 19 (01) 64-68
  • 11 Jelinek T, Nothdurft HD, Rieder N, Löscher T. Cutaneous myiasis: review of 13 cases in travelers returning from tropical countries. Int J Dermatol 1995; 34 (09) 624-626

Address for correspondence

Ricardo Kaempf de Oliveira, MD
Rua Leopoldo Bier, 825 Conjunto 301, Porto Alegre, RS
Brazil, Zip code: 90620-100   

Publikationsverlauf

Eingereicht: 26. Oktober 2021

Angenommen: 09. Oktober 2023

Artikel online veröffentlicht:
05. Dezember 2023

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  • References

  • 1 Hope FW. On insects and their larvae occasionally found in the human body. Trans R Entomol Soc Lond 1840; •••: 256-271
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  • 3 Baer WS. The treatment of chronic osteomyelitis with the maggot (larva of the blow fly). J Bone Joint Surg 1931; 13: 438-475
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Fig. 1 Aspecto clínico de una paciente de dos años de edad con sindactilia por bandas congénitas de constricción (A y B). Radiografía de la mano afectada (C).
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Fig. 2 Postoperatorio temprano después del tratamiento de sindactilia por bandas de constricción congénita donde se realizó un colgajo de piel digital dorsal para crear el espacio interdigital empleando un injerto de piel de espesor total procedente de la ingle (A y B).
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Fig. 3 Cambio de apósito después de 10 días de postoperatorio que muestra una extensa infestación de gusanos en la herida operatoria (A y B). El paciente ingresó después de limpieza y desbridamiento y fue tratado con ivermectina y antibióticos.
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Fig. 4 Aspecto clínico del paciente después de la limpieza de la herida y la eliminación de gusanos (A). Cicatrización completa de la herida, sin signos de infección a los 30 días (B).
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Fig. 1 Clinical aspect of two-year-old female patient with syndactyly due to congenital constriction bands (A and B). Affected hand radiograph (C).
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Fig. 2 Early postoperative after treatment for syndactyly due to congenital constriction bands where a dorsal digital skin flap was performed to create the interdigital space employing full-thickness skin grafting from the groin (A and B).
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Fig. 3 Dressing change after 10 days postoperatively showing extensive operative wound infestation with maggots (A and B). Patient was admitted after cleaning and debridement and treated with ivermectin and antibiotics.
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Fig. 4 Patient clinical appearance after wound cleaning and maggot removal (A). Complete wound healing, with no infection signs after 30 days (B).